Es el momento en que ves la vida de la forma más pequeña posible, cuando naces y te sientes libre. Todo es diferente como los veías días atrás e incluso meses, allí todo era oscuro. Me sentía agradecido por venir al mundo, no sabía lo que era andar. Yo caminaba a gatas, una forma rara de moverme. Todo me gustaba, cualquier cosa que cogía me gustaba, todo era dulce como una cosa llamada piruleta, de color rojo y en forma de un corazón me decían. Yo jugaba con unos seres más pequeños que yo y con coches, yo era feliz. Me miraba mucha gente como lo hacía, era nuevo en la familia , todos me querían. Cada vez que lo pienso me venía una sonrisa en la que cerraba los ojos y pensaba en ellos y me acurrucaba en una manta, que era blandita y daba calorcito. Sus miradas me entre mecían y me gustaban, eran ojos tan bonitos que tenían tanto amor y distintos significados, lo nunca vivido. De allí a unos momentos al estar todo calientito, me cogieron en brazos, me sentía más alto y con más fuerza ¡ era una pasada !. Me balanceaba de un lado hacía el otro, me daba besos y me cantaba, lo cual me quedaba dormidito poco a poco. Me desperté, estaba como en una jaula, le llamaban cuna , no me gustaba ese sitio. Lloré para que me sacarán. Después me puse a jugar con la gente que era más pequeña que yo y sus coches. Me fui hacía la hierba , decían que le llamaban , allí me encontré con otro ser que nunca vi , le cogí cariño y me gustaba tocarlo. Se llamaba Toby y me tocaba con su lengua y me hacía cosquillas con su boca. Después de jugar y reírme con él, me llevaron a un sitio donde todo era agua y estaba calentita, dándome masajes y caricias. Salí me vistieron y me acostaron encima de una cama con la televisión encendida, y me quedaba soñando, que la vida es una oportunidad y hay que vivirla.
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