martes, 27 de septiembre de 2011

unfin.


Se cubría el sol tras las montañas que se veían a lo lejos , tras las flores bonitas y tu rostro en mi mente. Todo el silencio, solo se escuchaban las olas cuando se acercaban a la orilla, los pájaros en lo alto de los árboles con su melancólico silbido y una anciana mirando el paisaje. Arrastraba mis uñas tras las cuerdas de la guitarra, tocando el sonido de mi estado de ánimo y dándole vida al momento, no te dejaba de recordar. Cada letra compuesta en la canción era un defecto tuyo, los cuales me gustaban y te hacías especial.  Caminaba una mujer por la arena, huella tras huella,  llevaban a su destino. Se paró mirándome como tocaba la guitarra y el sonido junto con él, me contaba que su problema era amoroso, que  por mucho que intentes cambiar las cosas, algunas nunca cambiarán , serán lo que siempre fueron. Ella seguía su camino y yo reflexionando sobre lo que dijo, y tan verdad que es, a veces tienes que pasar de esas cosas o de esa persona que tanto quisiste en un momento, la que te hizo llorar, la que te hizo sonreír, esa misma persona olvidarla y seguir para adelante. Ella era dueña de tu vida, era por lo que vivías y tanta fuerza que te daba, pero una vez que te falla, que te miente , no vale ya la pena. La mujer se subió a lo alto de las rocas mirando al horizonte, brazos abiertos, gritando lo más alto que podía, se iba a tirar cuando de repente la anciana le dijo, que la vida seguía adelante , que podías querer más a otras personas por lo cual no valía la pena tirarse. Ella reflexionó y vino con la cabeza baja cara a mí, donde se puso a bailar en la puesta del sol y encontró la felicidad.

1 comentario:

  1. Genial, me encanta... (pasaos por mi blog: elreydelamagianegra.blogspot.com gracias)

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